THURRO REY, LIDER, CAUDILLO CARPETANO
Tenemos que decir a favor de los carpetanos que aunque no hubo un reino al uso ya la estructura política carpetana era horizontal frente a las estructuras verticales de otros reinos si se puede llamar reino cuando estaban bien delimitados y tenían un cultura y lengua celta homogénea y diferenciada de otros pueblos cuando atacaban lo que llamamos reino de carpetano se reunían todo los clanes y tribus para ir a la guerra frente al invasor. No poseemos muchos datos acerca de los carpetanos y su vida pero uno de sus lideres fue Thurro.
Una de las fuente donde se menciona al que podíamos considera rey o lider carpetano es la obra del escritor romano Tito Livio en su obra titulada Ab urbe condita, publicada más de un siglo y medio después. Tito Livio nos dice lo siguiente del caudillo carpetano:
“Este hombre era el líder de aquellos pueblos, y con mucho el hombre más fuerte de Hispania.”
En el texto se menciona la campaña militar llevada a cabo por el pretor Tiberio Sempronio Graco y que concluyen en el año 179 a.C con el total sometimiento de los pueblos de la región, justo el lugar en el que Thurro había ofrecido una enconada resistencia. El líder carpetano logró unificar varias de las tribus de la zona y constituir una fuerza lo suficientemente importante como para plantar batalla a los romanos.
Thurro se negaba a rendirse y preparó la defensa de las últimas plazas fuertes que les quedaban a los carpetanos. Las ciudades de Cértima y Alce, ambas localizadas en las inmediaciones de Campo de Criptana y Alcázar de San Juan.
Los pobladores de Cértima, ante el imparable avance romano, pidieron ayuda a otras tribus celtíberas pero ninguna respondió a la llamada y la ciudad capituló bajo la ofensiva enemiga. Sólo quedaba un bastión de la resistencia organizada por Thurro, Alce. El único problema al que se enfrentaba Graco era al ejército celtíbero acampado entre sus legiones y la ciudad. Siguiendo siempre el relato de Tito Livio podemos saber lo que pasó. Tras varios días de escaramuzas y pequeños encontronazos, ambos ejércitos se enfrentaron en una batalla en campo abierto donde las legiones demostraron su enorme superioridad táctica. Simulando un repliegue, esperaron a que los carpetanos iniciasen la persecución de forma desordenada. Aquello fue un error terrible que les costó la batalla y la guerra. Tito Livio nos detalla el final del choque:
“Llegaron para asaltar el campamento romano y al final no pudieron proteger el suyo. Vencidos y puestos en fuga lo acabaron perdiendo. Aquel día cayeron nueve mil hombres, se capturaron trescientos veinte prisioneros y se obtuvieron ciento doce caballos y treinta y siete estandartes. Los romanos perdieron ciento nueve hombres.”
No sabemos si Thurro fue el hombre al mando de semejante desastre o si estuvo en el combate, pero sabemos que sobrevivió a este sangriento y definitivo episodio. Sólo quedaba el acto final para que Roma sometiese las tierras que conforman nuestra provincia.