No es difícil encontrar en diarios de referencia como Las Provincias o en publicaciones como ABC noticias en las que se vincule a dirigentes políticos de Compromís con actos en los que una bandera cuatribarrada sea la que los presida. Es cierto que no se les ve en fotos con simbología nazi ni haciendo saludos más acordes con tiempos dictatoriales pasados, pero se
les ve con la bandera que representa a los catalanes, que casi viene a ser lo mismo para algunos dinosaurios con acta de diputado en el bolsillo y bigotillo de mitad del siglo XX en el alma.
En Compromís aseguran que la cuatribarrada no es patrimonio de los catalanes sino de un territorio anterior, del que los valencianos sí están orgullosos y sí se sienten integrantes, la antigua Corona de Aragón. Y claro, se preguntan: ¿si nosotros somos catalanistas por considerar como propia una bandera propia, cómo son los de Aragón, los de las Islas Baleares o la inmensa mayoría de los pueblos valencianos que comparten cuatribarrada en sus banderas o escudos? ¿Por qué los alcaldes del Partido Popular asumen como propia la cuatribarrada en las banderas y escudos de sus municipios?
Entrar en las webs de los ayuntamientos de Valencia o Sagunto es parecido a ver una película de Indiana Jones. En busca de la bandera perdida. ¿Cómo serán sus banderas y escudos? ¿Tendrán tres barras en lugar de cuatro? No. Tienen las mismas barras y de los mismos colores que el escudo de la Generalitat y también las mismas que las banderas de Xàtiva, Elche, Alcoy, Benidorm, Villajoyosa, Puzol, Benicásim, Onda, Alzira… o que los escudos de Castellón, Paterna, Ontinyent, Villarreal, Orihuela, Torrevieja, Enguera, Xirivella, Sant Vicent del Raspeig, Morella, Cocentaina, la provincia de Castellón, la de Alicante… Cuatribarradas por los cuatro costados. ¿Seremos catalanes? ¿A qué juegan pues el PP y su maquinaria mediática?

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