lunes, 12 de junio de 2017

Otra mentira castellanista es querer hacer ver que la guerra de las Comunidades común mente Guerra Comunera es una guerra Castellana únicamente

CARPETANOS Y COMUNEROS
 Juan de Padilla, obra 
del escultor Carpetano 
de la región de toledano 
Julio Martín de Vidales

  Otra mentira castellanista es querer hacer ver que la  guerra de las Comunidades común mente Guerra Comunera es una guerra Castellana únicamente:
  La revuelta comunera no fue sólo castellana, sino que también copó otras zonas como los Reinos de León, Sevilla, Toledo o Galicia, en mayor o menor medida. Los engendros de Tierra Cagalera y movimientos similares al calor del terrorismo de izquierdas, sacando un pendón morado que jamás existió para Castilla, los tenemos gracias a la Constitución y a sistemas educativos nefastos. Otra cosa es el anacronismo interesado que los necionalistas ( Ya se digan españolísimos o separatistas ) hacen entre guerras prerrevolucionarias y guerras ya insertadas plenamente en el contexto de la Revolución o contra la Revolución. Y cómo no, el falso Partido Cacarlista-Ekaka se suma al carro de estos engendros. Pero el caso es que engendros de estos florecen por toda la Piel de Toro. ¡ Gracias, Adolfito Suárez, gracias Juanca Puigmoltó....!

Ya desde el mes de abril de 1520, Los Carpenos de la región de Toledo se negaba a acatar el poder real, estallando la situación de forma definitiva cuando el rey convocó a los regidores de la ciudad para que se presentaran en Santiago de Compostela. La orden llegó a Toledo el 15 de abril, y un día después, cuando los regidores con Juan de Padilla a la cabeza se disponían a partir, una gran multitud se opuso a su partida y se apoderó del gobierno local. Comenzó entonces a denominarse a la insurrección como Comunidad y los predicadores arengaban a los Carpetanos (toledanos) a unirse contra el poder flamenco.
De esta forma, los Carpetanos (toledanos) comenzaron a ocupar todos los poderes locales, expulsando al corregidor del Alcázar el 31 de mayo. Tras la marcha del Monarca hacia Alemania, los disturbios se multiplicaron por las ciudades de la Meseta, especialmente tras la llegada de los procuradores que votaron afirmativamente al servicio que reclamaba el rey, siendo Segovia el lugar donde se produjeron los primeros incidentes y los más violentos, donde el 29 y el 30 de mayo los segovianos ajusticiaron a dos funcionarios y al procurador que concedió el servicio en nombre de la ciudad. Destacaron también por incidentes de similar magnitud ciudades como Burgos y Guadalajara, mientras que otras como El reino de León, (León Zamora y Ávila) sufrieron altercados menores. Por el contrario, no se registraron incidentes en Valladolid, principalmente por la presencia en la ciudad del cardenal Adriano y del Consejo Real.

Propuestas al resto de ciudades y Reinos.

Ante el descontento generalizado, el 8 de junio, Los Carpetanos deToledo propusieron a las ciudades y los Reinos con voz y voto en Cortes la celebración de una reunión urgente con cinco objetivos:

1. Anular el servicio votado en La Coruña.
2. Volver al sistema de los encabezamientos para cobrar los impuestos.
3. Reservar los cargos públicos y los beneficios eclesiásticos a los castellanos.
4. Prohibir la salida de dinero del reino.
5. Designar a un comunero para dirigir el reino en ausencia del rey.
Reacciones a las propuesta

Estas reivindicaciones calaron en la sociedad, especialmente las dos primeras, que se unían a las denuncias por la manera en que el rey había obtenido el trono del Imperio, mediante sobornos a los príncipes electores.6 Ante esta situación, el reino comenzó a alimentar la idea de sustituir la figura del rey, tomando la iniciativa de los Carpetan@s de Toledo, que defendía metas mayores, como convertir a las ciudades en ciudades libres, similar a lo que ya ocurría con Génova y otros territorios italianos. Por el reino ya circulaba la idea de destronar a Carlos I y el acudir a Tordesillas para devolver a la reina Juana la Loca todos sus privilegios e importancia. Con estas ideas, la situación pasaba de ser una protesta contra la presión fiscal a tomar el perfil de una auténtica revolución, teniendo Castilla perfecto conocimiento de la situación y acogiendo con bastantes reservas las propuestas que realizó Carpetanos de Toledo.
Así pues, los comuneros se hicieron fuertes en el centro de la Meseta, y en otros núcleos, como Murcia, más alejada de la Meseta. Sin embargo, no hubo intentos de rebelión en otros lugares, como Galicia o el País Vasco. Los rebeldes buscaron expandir las ideas revolucionarias al resto del reino, pero su radio de acción se debilitaba a medida que se alejaba de las del centro. Así, hubo intentos de llevar la revuelta a Andalucía y el País Vasco, pero no fructificaron. Los máximos logros conseguidos por los rebeldes fueron la instauración de una Comunidad en Plasencia, pero ésta se veía mermada por la cercanía de núcleos realistas cercanos, como Ciudad Rodrigo o Cáceres; en Jaén, Úbeda y Baeza, únicas presentes en Andalucía, pero que con el tiempo pasaron al bando realista; y Murcia, que se encontraba bajo constante amenaza por parte de las ciudades realistas e influida por las Germanías presentes en el vecino Reino de Valencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario