Estamos acostumbrados a ver ese patriota aburguesado que tiene la desfachatez de decir que es muy revolucionario y se llena la boca de batallitas, que no se cree ni el, o son de otros. Que solo aparecen cuando las cosas son tranquilas y van seguidas de cañas en el bar. Que no sueltan un duro pero luego se piden la copa mas cara en el bar y presumen de sus viajes de aqui para allá. Que te piden que les regales todo tipo de merchandaising.
Que se quejan de lo mal que va el mundo y que dicen soñar con un mundo mejor, pero no mueven ni un dedo y que esperan que se lo fabriquen otros.
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